Los jefes de equipo respaldan a la FIA en sus sanciones por jurar

      Dos jefes de equipo de Fórmula 1 han restado importancia a la indignación causada por el endurecimiento de las sanciones a los pilotos por mala conducta, como insultar. Alex Wurz, jefe de la Asociación de Pilotos de Grandes Premios, está disgustado porque la FIA haya hecho públicas las nuevas y radicales sanciones -que pueden llegar a multas de seis dígitos o prohibiciones de un mes- sin "ninguna consulta".

      "Tuvimos que enterarnos por los medios de comunicación", dijo el austriaco. Wurz no descarta enviar otra carta en nombre del sindicato de pilotos de F1, pero admite que, al menos, ve cierta lógica en tomar medidas drásticas contra las palabrotas: "Al fin y al cabo, yo también soy padre y es mejor no decir palabrotas", dijo. "Pero no se trata de decir palabrotas. Todos sabemos que tenemos que ser modelos de conducta. Wurz sugirió que las autoridades de la F1 deberían limitarse a utilizar el "botón de pitido" para eliminar el lenguaje soez de las retransmisiones. El director ejecutivo de McLaren, Zak Brown, está de acuerdo con ello: "En general, lo apoyo", dijo Brown cuando se le preguntó por la nueva y controvertida gama de duras sanciones de la FIA: "Pero hay diferentes situaciones. Si estás en una rueda de prensa, o en una situación como en la que estamos ahora, entonces no hay razón para insultar. Pero en el calor del momento, puede ocurrir que un piloto diga palabrotas por debajo del casco, y eso es algo totalmente diferente". Toto Wolff, jefe de Mercedes, está de acuerdo con Brown y Wurz en que los pilotos de F1 tienen una responsabilidad como modelos a seguir: "Los pilotos son modelos a seguir", dijo. "Tenemos la responsabilidad de garantizar que nuestro deporte siga siendo respetuoso e inspirador para la próxima generación". "Creo que queremos ver emociones en el coche, y hay formas de mostrarlas o no. Creo también que tenemos una responsabilidad hacia todos los espectadores. En ese sentido, creo que cualquier iniciativa es buena, y si detenemos algunas de las malas palabras, eso es positivo", añadió Wolff.