Pérez y Cadillac F1 continúan las pruebas en Imola.

      En Imola hace buen tiempo, e incluso cálido para finales de noviembre: las temperaturas diurnas alcanzan los 18 grados, aunque por la mañana, claro, hace más fresco y se observa una ligera niebla. Pero en general todo invita a un trabajo normal en las pruebas en el clásico circuito italiano.

      Sobre estas pruebas algo inusuales ya habíamos contado: Sergio Pérez, tras un paréntesis de casi un año, se subió por primera vez al volante de un monoplaza de Fórmula 1. El piloto mexicano, que firmó contrato con Cadillac F1, pilota un Ferrari SF-23, además completamente negro, sin ningún tipo de logotipos.

      Los periodistas de Gazzetta dello Sport recordaron que la última vez que un coche de la Scuderia fue totalmente negro fue a finales del otoño de 1997: entonces Michael Schumacher, tras perder el título en la recta final de la temporada, realizó pruebas “secretas” en Fiorano con la F300, creada para el campeonato de 1998.

      Pero ahora Cadillac, por acuerdo con Ferrari —cuyos motores el equipo estadounidense utilizará en su temporada de debut— está llevando a cabo pruebas previstas por el reglamento y denominadas TPC (Testing of Previous Car), es decir, pruebas con coches de años anteriores.

      «A nuestro equipo se le permite llevar a cabo este tipo de pruebas y simplemente debemos usar el coche de alguien más», explicó en su momento Graham Loudon, responsable de Cadillac F1. «Pero queremos poner a prueba a nuestra gente, queremos que se acostumbren a trabajar juntos, que aprendan a actuar con rapidez y coordinación y a llevar a cabo todos los procedimientos necesarios».

      Antes de que el coche negro fuera trasladado a Imola, en Ferrari lo prepararon minuciosamente, y Arthur Leclerc, hermano menor de Charles, que colabora con el equipo como piloto de pruebas, dio varias vueltas con él en el circuito de fábrica en Fiorano.

      Hoy las pruebas en el autódromo Enzo e Dino Ferrari continúan; por cierto, Sergio trabaja en ellas con un mono y un casco totalmente negros. Un equipo de treinta personas de Ferrari presta soporte técnico a las dos decenas de especialistas de Cadillac.

      «Creo que es estupendo que hayamos empezado a trabajar en pista; ahora es el momento ideal para ello, ya que las pruebas de enero están cerca», cita el sitio oficial del campeonato a Sergio. «En estos dos días quiero comprobar mi condición física, averiguar cuánto he perdido y entender en qué tengo que trabajar. Será una excelente guía para el próximo invierno...»

      Valtteri Bottas no recibió permiso de Toto Wolff para unirse al programa otoñal de Cadillac; hasta final de temporada el finlandés continúa desempeñando las funciones de piloto reserva de Mercedes.