El posible reserva de F1 de Red Bull se asegura la superlicencia

      El siguiente en la lista para un asiento en el segundo equipo de Fórmula 1 de Red Bull, Racing Bulls, es claramente Arvid Lindblad. Con Liam Lawson como compañero de equipo de Max Verstappen este año, y el novato Isack Hadjar sustituyendo a Lawson en Racing Bulls, a la empresa de bebidas energéticas de F1 le falta un piloto reserva obvio para 2025.

      Sin embargo, Lindblad, un joven sueco de 17 años nacido en Gran Bretaña y con ascendencia india, impresionó tanto a Red Bull en su primera temporada de Fórmula 3 el año pasado que ya se ha asegurado un ascenso a la F2. Lindblad está siendo claramente llevado por la vía rápida a la Fórmula 1, ya que su reciente participación en la serie Fórmula Regional Oceanía en Nueva Zelanda le ayudó a conseguir los puntos suficientes para una superlicencia de F1. "Honestamente, no conozco todos los entresijos de esto", dijo. simplemente me dijeron: 'Queremos que vayas a Nueva Zelanda, queremos que tengas la superlicencia completa antes de que empiece la temporada de F1'". "Soy muy consciente de que todo está bien, pero sabemos que el rendimiento en la F2 dictará si consigo una oportunidad en la F1 o no, así que en eso estoy centrado en este momento", añadió Lindblad.

      También se cree que Red Bull está preparando un programa de pruebas "TPC" para Lindblad este año, con el fin de que, al menos, tenga mucha experiencia en un coche de F1 de dos años de antigüedad. "Sin duda es nuestro mayor (nuevo) talento", dijo el Dr. Helmut Marko, asesor de Red Bull F1. "La Gazzetta dello Sport cita también a Marko, que considera a Lindblad "el campeón del mañana" de la F1: "Lo que hace excepcional a este tipo es su velocidad pura", añade el experto de 81 años. "En una de las carreras de Fórmula 3 adelantó a 10 ó 14 pilotos en una sola vuelta", afirma Marko. "Ganó la carrera saliendo el último en condiciones difíciles, en seco, en mojado, etc." Marko ha admitido en varias ocasiones que evalúa a los futuros campeones no sólo por sus actuaciones en la pista, sino también por su comportamiento fuera de ella. Recordando la primera vez que conoció a Lindblad, el austriaco explicó: "Él y su padre estaban allí, pero fue Arvid, a pesar de que sólo tenía 12 años, quien dirigió toda la conversación. "Ya tenía una visión clara y una forma clara de llevarla a cabo, y desde entonces no ha dejado de avanzar"