¿Por qué no habrá carreras en pistas con riego artificial?

¿Por qué no habrá carreras en pistas con riego artificial?

      Estamos acostumbrados a que las carreras más emocionantes se disputen con tiempo cambiante o simplemente bajo la lluvia: el factor meteorológico influye inevitablemente en el desarrollo de la lucha en la pista, haciéndola impredecible. Además, esto da a los pilotos la oportunidad de demostrar plenamente su habilidad y obtener resultados impresionantes incluso al volante de coches no precisamente rápidos.

      Dado que en el mundo existen autódromos equipados con sistemas de riego artificial, durante una charla con aficionados al corresponsal de BBC Sport Andrew Benson, que lleva más de 30 años trabajando en el paddock, le hicieron la pregunta de si alguna vez veremos carreras en las que se utilicen tales sistemas.

      Y esto fue lo que respondió…

      Cuando Bernie Ecclestone, el antiguo jefe de la gestión de la Fórmula 1, propuso por primera vez una idea así hace unos quince años, la reacción fue ambivalente: fue una mezcla de horror y burlas.

      Sin embargo, con Ecclestone nunca se podía saber con certeza cuán en serio hablaba. En cualquier caso, la idea se fue olvidando poco a poco.

      En la Fórmula 1 hay varios principios fundamentales en los que se basa toda su ideología, y vale la pena recordarlos.

      Ante todo, existe la convicción general de que cada pocos años hay que cambiar las reglas. Normalmente se hace para resolver determinados problemas que han surgido.

      Por ejemplo, se decidió adoptar el nuevo reglamento técnico que entrará en vigor en 2026 para atraer a más fabricantes de automóviles a la Fórmula 1, ya que las unidades de potencia híbridas existentes se consideraban demasiado complejas, demasiado caras y, por tanto, incapaces de encontrar aplicaciones fuera del automovilismo.

      En esa situación se esperaba que Audi y Porsche se incorporaran al campeonato mundial; sin embargo, entonces solo lo hizo Audi.

      El nuevo reglamento técnico del chasis se introdujo porque era necesario adaptar los coches a los motores de nueva generación para que pudieran funcionar de la forma más eficiente posible. Además, las normas que en 2022 devolvieron el efecto suelo a la Fórmula 1 no dieron los resultados esperados: las carreras no se volvieron más interesantes, mientras que fue necesario equipar los coches con una suspensión demasiado rígida y estos sufrieron problemas congénitos de equilibrio.

      Conviene hacer, no obstante, una importante salvedad: se considera de suma importancia que la Fórmula 1 conserve su naturaleza original, y los artificios de diverso tipo, aun cuando haya que aceptarlos, se perciben como un mal inevitable. Y deben limitarse al máximo para no perjudicar la esencia del automovilismo.

      El DRS, que favorece los adelantamientos, así como los sistemas eléctricos que lo reemplazarán el próximo año y que están concebidos para proporcionar una aceleración adicional en los adelantamientos, son un buen ejemplo. No le gustan a nadie, pero se considera necesario emplearlos para, al menos, hacer posibles los adelantamientos en condiciones en las que predomina un factor como la aerodinámica eficiente.

      En este contexto resulta difícil imaginar que en la Fórmula 1 se apruebe una decisión colectiva que permita el uso de sistemas de riego artificial en la pista. Además, las carreras bajo la lluvia ya presentan de por sí bastantes problemas relacionados con la mala visibilidad, la seguridad, etc.

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