Hadjar: Creo que la situación siempre se puede cambiar.

Hadjar: Creo que la situación siempre se puede cambiar.

      Isack Hadjar es considerado uno de los descubrimientos de la temporada, aunque el piloto de Racing Bulls la empezó con una dolorosa retirada en el Albert Park de Melbourne, que ocurrió incluso antes del inicio del Gran Premio de Australia, en la vuelta de calentamiento. Pero de ese episodio ya pocos se acuerdan, pues el debutante francés de 20 años fue mejorando gradualmente, llegó varias veces a la final de las clasificaciones y consiguió más puntos que Liam Lawson, su compañero de equipo más experimentado.

      Y ahora se rumorea que podría ser él quien se convierta en el nuevo compañero de Max Verstappen en Red Bull Racing. Él no niega que le interesa, y en general reconoce que en el automovilismo puede pasar cualquier cosa y que está preparado para ello. Lo más importante: Hadjar siempre busca lograr el mejor resultado posible y se enfada consigo mismo cuando no lo consigue.

      «En mi carrera he tenido más fracasos y bajones que fines de semana buenos», contó Isack en una entrevista a The Race. «Diría que en el automovilismo los fines de semana buenos son, en general, bastante raros. Y me he acostumbrado a eso. Incluso mi padre siempre me decía que no son tan importantes los resultados aislados como la capacidad de progresar a lo largo del fin de semana de carreras.

      Empiezas en cierto nivel y debes subir lo más alto posible. Importa en qué posiciones terminas, y la mentalidad debe ser esa. Siempre intento recordarlo cuando las cosas no salen bien. Creo que la situación siempre se puede cambiar.

      La parte más importante del proceso de preparación para la temporada fue el tiempo que pasé antes del inicio del campeonato con mis ingenieros, con Pierre Amlin, ya que desde las pruebas de pretemporada en Baréin hasta la final en Abu Dabi ya estamos trabajando a tope, esforzándonos al máximo.

      En general, siempre procuro prepararme lo mejor posible con antelación. Por eso me instalé en Italia y de hecho pasé un mes entero en la base del equipo, trabajando en todos los aspectos en los que podía trabajar, intentando prepararme para todos los escenarios probables y estudiando todas las cuestiones técnicas.

      También trabajamos en el simulador, fui conociendo a la gente poco a poco. Simplemente intenté integrarme en todos los procesos de trabajo, adaptarme lo mejor posible, incluso si en ese periodo todavía no me sentaba al volante…

      Al mismo tiempo considero que acumular kilómetros solo por acumular no es tan útil. Tengo velocidad, y no necesito dar miles de vueltas para alcanzar el nivel necesario. Pero la experiencia en carrera no se puede comprar: es durante las carreras cuando el proceso de aprendizaje es más intenso.

      Si tienes velocidad, debes simplemente competir en carreras y aprender. El trabajo en los test no te protege de los fracasos… Incluso si supiera de antemano qué dificultades tendría, aun así competiría en las carreras, pero intentaría lograr mejores resultados. En esos fines de semana en los que rendí peor de lo que debía, había que encontrar la forma de actuar con más eficacia.

      Diré la verdad: incluso antes del comienzo de la clasificación siempre intento dar el máximo. Ese es el tipo de objetivo que me propongo en cada sesión. Y si sé que el coche permite luchar por la quinta posición y yo obtengo el octavo puesto, habiendo hecho una vuelta una décima peor, sé que en algunos sectores se podía recuperar. Por eso siempre me frustro, porque sé que podría haber rendido mejor.

      Preferiría quedar 12.º y decir que eso es lo máximo que se podía lograr, antes que marcar el octavo mejor tiempo habiendo, sin embargo, no sabido aprovechar plenamente el potencial del coche…»

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