
Leo Turini: Ferrari — gigante rojo en un mar de melancolía
Los resultados de Ferrari de ayer difícilmente habrán alegrado a los aficionados de la Scuderia, lo cual, sin embargo, no les impidió, tras el Gran Premio de Italia, como manda la vieja tradición, llenar de extremo a extremo la recta de salida y meta del autódromo de Monza. Y esto es lo que, al contemplar esa impresionante estampa, pensó Leo Turrini, que al inicio de su carrera periodística se encontró en varias ocasiones con el propio Enzo Ferrari…
Ferrari — un gigante rojo en un mar de melancolía.
Lo más justo es rendir homenaje de inmediato a Max Verstappen: se lo merece. En Monza ganó el Gran Premio más rápido en la historia de la Fórmula 1. El neerlandés se precipitó hacia su triunfo a una velocidad media de 250,706 km/h, batiendo la anterior marca establecida por Michael Schumacher en 2003 — 247,585 km/h.
En fin, permitan que añada que también hemos perdido ese logro histórico. La cuestión es que a los aficionados de Ferrari, como yo, ahora solo nos queda una cosa: hallar consuelo en los recuerdos del pasado. Porque en el presente no tenemos motivos para alegrarnos.
Quiero que me entiendan bien. Resulta que las afirmaciones de que en 2025 no hay manera de derrotar a McLaren en ninguna circunstancia ni en ningún circuito no se corresponden con la realidad. (Por cierto, en el equipo británico decidieron devolverle a Lando Norris la segunda plaza, a la que había accedido Oscar Piastri debido a su desafortunada parada en boxes — algo impensable en tiempos del enfrentamiento entre Senna y Prost).
En Monza "Super-Max" demostró lo contrario: ¡me quito el sombrero ante él por la victoria sobre McLaren!
En cuanto a la Scuderia, hay que reconocer que las estadísticas de esta temporada son muy tristes. Cero victorias, aunque incluso Mercedes tiene una. Lewis Hamilton no ha subido ni una vez al podio, y eso que ya es septiembre. Charles Leclerc ya está cansado de preocuparse — no tiene sentido frustrarse una y otra vez. Aunque el sábado el equipo podría haberle ayudado a tener la oportunidad de aprovechar el rebufo en la clasificación, no lo hizo.
Monza se convirtió en otra triste confirmación de lo que ya se sabe desde hace tiempo: es hora de apostar por el año que viene. Los comentarios comedidos de Charles tras la carrera solo subrayan su impotencia; de hecho, reconoció que se rinde.
¿Pero cuántas veces ya nos hemos dicho que el año que viene, sin falta, ganaremos?..
Afortunadamente, la manifestación que el público organizó en el parque de Monza tras el Gran Premio de Italia señala que en la conciencia colectiva la envidiable resistencia sigue dominando sobre la decepción, el derrumbe de las ilusiones y las esperanzas. Sin embargo, ya es hora de recompensar a los aficionados por su lealtad y su entusiasmo inquebrantable, ¿qué opina usted, señor Vasseur? ¿Entonces cuándo ocurrirá eso?
En cuanto al resto, Mattia Binotto tiene razón: Gabriel Bortoleto es un piloto genial.
Kimi Antonelli por fin volvió al top diez, pero dudo que esté satisfecho si se recuerda que salió desde la tercera fila.

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