Algunas entradas para la carrera en Madrid ya están agotadas.

      Este fin de semana en Madrid se celebró una ceremonia en la que se dio inicio a la cuenta atrás hasta el debut del Gran Premio de España, que el próximo año cambiará de sede y se disputará en la capital española.

      Según el diario Marca, aunque falta más de una semana para el inicio oficial de la venta anticipada de entradas —está previsto para el 23 de septiembre— parte de ellas ya se ha vendido: las más asequibles, cuyos precios empezaban en 194 euros para los tres días del fin de semana, y las de precio medio, pero para gradas situadas en puntos favorables del circuito.

      Esto refleja el gran interés del público español y augura un éxito comercial para el proyecto.

      Hoy precisamente se ha anunciado la política de precios, se ha publicado el tarifario detallado, y ha resultado que ya no es posible adquirir las entradas más baratas para las gradas situadas en las curvas 16 y 17, donde habrá uno de los posibles puntos de frenada.

      Además, lo más caro será ver la carrera desde las gradas que se construirán en la recta de meta y en las dos primeras curvas: esas entradas ya cuestan 799 euros. Lo mismo habrá que pagar por una entrada para la grada junto a la curva perfilada Monumental: es un peralte con una inclinación de 24 grados. ¡Es más pronunciado que el peralte de Zandvoort!

      Aunque en el futuro la capacidad de las gradas podría ampliarse, en la carrera inaugural será de alrededor de 110.000 plazas —los promotores la han limitado intencionadamente para evitar aglomeraciones excesivas. Tiene sentido, pues hay que comprobar que todo está correctamente organizado desde todos los puntos de vista.