Las audiencias del caso por chantaje contra la familia Schumacher continuarán.

      En Wuppertal se inició el proceso de apelación relacionado con el caso de chantaje a la familia de Michael Schumacher. Hace más de un año la fiscalía alemana presentó cargos contra tres hombres que, según se alega, participaron en una conspiración para exigir 15 millones de euros y amenazaron con publicar en la «darknet» material fotográfico y videográfico de carácter privado.

      Al parecer, al menos en algunas imágenes aparece el expiloto de Fórmula 1, encadenado a la cama tras el gravísimo traumatismo craneoencefálico que sufrió en una pista de esquí en los Alpes franceses en diciembre de 2013.

      En febrero se celebró el juicio de primera instancia, pero la historia no terminó ahí porque ambas partes intentaron impugnar sus decisiones, y hoy las audiencias continuaron.

      Según la prensa alemana, el juez Markus Quantius dejó claro desde el principio que adoptaría una postura categórica, y que los perpetradores prácticamente no tienen posibilidades. Pero la familia Schumacher tampoco tiene muchas opciones; considera que la sentencia dictada en el tribunal de distrito fue demasiado benigna y exige un castigo más severo.

      La intervención del juez tuvo efecto de inmediato: el hijo de 31 años del principal acusado ya retiró su petición de apelación. Según la sentencia, debe cumplir seis meses de prisión, pero con la pena suspendida. Eso significó de hecho que la decisión del tribunal de primera instancia entró en vigor.

      Pero las audiencias respecto a los otros dos acusados no han terminado. A uno de ellos le espera pasar 3 años en prisión: se trata de un residente de Wuppertal de 54 años con múltiples condenas previas; el segundo, que trabajó en el pasado en el servicio de seguridad de la familia del siete veces campeón del mundo, recibió dos años de prisión condicional y debe pagar una multa de 2400 euros.

      En el juicio de hoy los tres acusados se negaron a declarar, pero en el primer juicio dos de ellos confesaron. El abogado que representa los intereses de la familia Schumacher, en particular, apela al hecho de que en el primer juicio la fiscalía exigía una condena de cuatro años para el exguardaespaldas.

      Esas audiencias se celebraron en febrero, y allí testificó Corinna Schumacher, esposa de Michael, quien declaró entonces: «Desde mi punto de vista, él fue el principal instigador. Pero lo que más me impacta es su perfidia, por la que debe ser castigado».

      Pero los argumentos del juez son los siguientes: no participó directamente en el delito y nadie recibió dinero. Las audiencias en Wuppertal continuarán en la segunda quincena de noviembre.