The upcoming weekend in Las Vegas could prove to be one of the most difficult for McLaren at the final and very important stage of the season...

      El próximo fin de semana en Las Vegas puede convertirse en uno de los más complicados para McLaren en la fase final y tan importante de la temporada, cuando ambos pilotos del equipo están librando la batalla por el título. El año pasado tuvieron dificultades en este trazado, y aún no se puede afirmar con total certeza que no se repetirán pese al evidente progreso logrado con la modernización del monoplaza.

      Las dificultades estuvieron relacionadas con varios factores, no solo con el tiempo bastante fresco en Las Vegas en la segunda mitad de noviembre, sobre todo teniendo en cuenta que todas las sesiones del fin de semana se disputan por la noche. El paquete aerodinámico del MCL38 no funcionó de la mejor manera en las largas rectas del circuito urbano, y en la clasificación Lando Norris marcó el 6.º mejor tiempo, Oscar Piastri solo el 8.º. En la carrera Norris terminó en esa misma posición, y su compañero ocupó el 7.º puesto.

      Las temperaturas inusualmente bajas favorecieron una intensa aparición de granulado en los neumáticos, el agarre al asfalto fue muy bajo, y aunque todos los participantes estaban en igualdad de condiciones, no se descarta que McLaren vuelva a tener más dificultades que sus rivales.

      Andrea Stella, jefe del equipo británico, recordó que el año pasado en Las Vegas los problemas surgieron en ámbitos muy distintos.

      «También tuvimos ciertas dificultades con la aerodinámica cuando intentamos reducir el ángulo de ataque del alerón trasero», recoge sus palabras la publicación The Race. «Vimos que su eficacia disminuía demasiado, pero también hubo complicaciones con la puesta a punto, ya que intentábamos hacer algo para compensar tanto la degradación de los neumáticos como el subviraje.

      Entendemos qué y cómo hay que cambiar respecto al año pasado, pero ¿será eso suficiente para rendir a un alto nivel? Eso lo veremos solo cuando empecemos a trabajar en el circuito de Las Vegas. Sin duda hemos tomado medidas en respuesta a los problemas del año pasado, porque esos resultados no podían satisfacernos».

      Por una parte, debería haber menos problemas de degradación este año, ya que Pirelli reforzó la construcción de los neumáticos, y a lo largo de la temporada este fenómeno desagradable no causó grandes inconvenientes a los equipos. Sin embargo, el pronóstico meteorológico apunta a que las temperaturas el próximo fin de semana podrían ser más bajas que en 2024, y si se confirma, los monoplazas inevitablemente patinarán sobre el asfalto frío —por lo tanto, el problema del granulado persiste.

      La situación más o menos se aclarará solo después de la segunda sesión de entrenamientos, porque las condiciones durante esa sesión serán aproximadamente las mismas que en la carrera.