
Vettel: El nuevo reglamento no me convence del todo
Sebastián Vettel mira con cierto escepticismo el nuevo reglamento técnico de la Fórmula 1, que entra en vigor en 2026. Algunos pilotos que probaron versiones virtuales de los futuros monoplazas en el simulador no quedaron precisamente entusiasmados, y ahora el cuatro veces campeón del mundo compartió sus impresiones: teme que unas reformas tan radicales en el campeonato hagan las carreras menos interesantes.
En una entrevista con la publicación alemana Auto Motor und Sport, Vettel comparó los cambios que se avecinan con la situación de 2014, cuando la Fórmula 1 pasó a las unidades de potencia híbridas. La apuesta por los sistemas híbridos, según él, era acertada en sí misma, pero su implementación dejó mucho que desear.
«Se gastó demasiado dinero en eso y el campeonato no salió beneficiado —opina Sebastián—, porque en la Fórmula 1 se inició un largo periodo de dominio de Mercedes. Sin embargo, ahora se ha decidido renunciar a las soluciones innovadoras implementadas en los motores creados bajo el reglamento anterior para hacer que las unidades de potencia sean menos caras.
Eso se hizo para atraer a nuevos fabricantes. En general, la parte eléctrica está bien, y ese tipo de tecnologías tiene demanda en la fabricación de coches de serie… Pero por ahora el nuevo reglamento no termina de convencerme. La recuperación de energía es una idea fantástica, pero ¿por qué ese sistema está conectado solo al eje trasero del coche? No entiendo por qué no se aprovecha el eje delantero, y no veo sentido en esa decisión.
El combustible ecológicamente neutro también es bueno, porque existe demanda de él más allá del automovilismo, y no solo en el sector del automóvil, sino también en la construcción naval y la aviación. Sin embargo, hay que tener cuidado al elegir las fuentes de materia prima para ese tipo de combustible. Si la Fórmula 1 aplica sus enfoques habituales, empezará una carrera de modernizaciones y la situación puede ir rápidamente por mal camino, como ocurrió en 2014.
Los coches serán más ligeros, pero solo de forma insignificante —es solo una gota en el océano—. Seguirán siendo demasiado pesados. Y la cuestión más importante siempre es: ¿qué queremos lograr? ¿Con qué medios? ¿A costa de qué recursos?
Los motores actuales son demasiado caros. Las tecnologías implementadas en ellos no han encontrado aplicación en la fabricación de coches de serie, porque son demasiado complejas y costosas. Como mucho, ha aparecido la insignia «Hybrid» en los coches de calle. Y ahora la Fórmula 1 se aleja de la idea de trasladar esas tecnologías a la industria automotriz, apostando por el entretenimiento.
Pero debemos desarrollar lo que ya hemos dominado, aunque hay que hacerlo de forma más adecuada teniendo en cuenta los problemas ecológicos… Los cambios en sí mismos están bien. Pero sería una pena si el automovilismo tal y como lo conocemos dejara de existir.
En lo deportivo, hay que procurar que la rivalidad sea lo más reñida posible, pero al mismo tiempo debe preservarse el espíritu de la Fórmula 1…»

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